maternidad y crianza reflexiones

La elección de ser madre a jornada completa

11 mayo, 2015

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Desde que soy madre, existe una palabra que no dejo de escuchar: conciliación. Las madres trabajadoras ven como a los 4 meses, algunas pueden alargar hasta los 6, tienen que dejar a sus bebés para reincorporarse a la vida laboral. Algunas tienen la opción de reducirse la jornada y hacer más llevadera esa separación; otras no tienen esa opción, o porque sus empresas no ofrecen demasiadas facilidades, o porque son autónomas y sus jornadas no entienden de horarios.

Sin duda, la conciliación laboral es una de las asignaturas pendientes, y todavía queda mucho por hacer. Empezando por cambiar el chip con el tema de las bajas por maternidad, tanto para las madres como para los padres. Respecto a estos últimos, lo de los 15 días debió aprobarlo un padre con ganas de huir de su casa ante la espiral de lloros, cambios de pañal, y malhumor de su mujer. Así que la base de esa norma no puede ser más machista. El padre tiene el mismo derecho que la madre a participar de manera activa en los primeros meses de vida de su hijo o hija, por no decir que puede convertirse en un gran apoyo para la madre, que al margen de estar recuperándose del parto, recae en ella gran parte de la responsabilidad de la crianza, y más aún si ha optado por la lactancia materna para alimentarlo. En mi caso, mi pareja pudo estar en casa dos meses tras el nacimiento de Gala, ya que juntó el permiso de paternidad, más vacaciones que se había guardado y días que tenía pendientes para recuperar por trabajar los festivos. No hace falta que os diga lo mucho que me ayudó que él estuviera tanto tiempo a mi lado. Y en su caso, a pesar de que llevaba muy mal dormir poco, lo que más valoró de esa etapa es que pudo fortalecer el vínculo con su hija.

Pero volviendo a la conciliación, esa es una lucha en la hay que seguir batallando pero, qué pasa con las madres que han elegido dejar sus trabajos para criar a sus hijos? Yo me encuentro en esa situación y la verdad, echo de menos que desde las instituciones y desde los colectivos de mujeres y madres, no se nos apoye de la misma forma que a las que siguen trabajando. Os aseguro que para mí no ha sido nada fácil tomar esa decisión, y de cara a la sociedad no se nos reconoce ningún mérito. Pues perdonadme, pero sí que los tenemos. Para empezar, renunciamos a que entre otro sueldo en casa, con los ajustes en la economía doméstica que eso implica. Pero sobretodo, a nivel personal, dejamos atrás años y años de esfuerzo y dedicación desempeñando nuestras carreras profesionales y lo hacemos por llevar a cabo el trabajo más difícil y exigente y, al mismo tiempo, menos reconocido de nuestras vidas: el de ser madre. Yo no me siento ninguna heroína, ni tampoco un ser extraordinario por ello, al contrario, lo llevo con total normalidad y naturalidad (y cansancio también, para que nos vamos a engañar). Ha sido mi elección, y me siento orgullosa de haber podido tomar esa decisión por mí misma. Pero sí que me molesta que desde fuera parezca que optar por criar a tus hijos, al menos en sus primeros años de vida, sea algo negativo, o retrógrado. Mi intención es la de retomar mi vida profesional, pero mientras tanto vivo al máximo este paréntesis, que es único e irrepetible.

  • Anónimo 18 mayo, 2015 at 08:23

    Estoy de acuerdo y en la misma situación que tu. Esa decisión la tome hace 14 años y no me arrepiento. Mis hijas adoptadas en China se merecían disfrutar de una familia de guarderías ya sabian bastante. No me he arrepentido nunca, pero eso me ha costado mi vida laboral. Era interina de secundaria y cuando decidí volver a trabajar me encontré con la crisis y sus recortes. Repito lo volvería ha hacer a sabiendas de lo resultados laborales y sociales. Si me refiero a esas mujeres que te miran como una rara avis si no trabajas. El resultado ha sido tan satisfactorio disfrutando y ayudando a mis hijas, que me siento orgullosa de haber tomado esa decisión. Suerte y valor a las que estéis en esa tesitura.

    • Toc Toc Vintage 19 mayo, 2015 at 09:04

      Muchas gracias por tu comentario. Al final lo importante es que podamos tomar ese tipo de decisiones libremente. Y la verdad, ojalá cambiemos un poco la mentalidad y dejemos de ser rara avis. Saludos

  • Ingrith 11 mayo, 2015 at 16:52

    Hola toctoc! En mi caso cuando tenia una niña vivíamos en la ciudad y era no parar, después nos salió un trabajo en un pueblo así que nos fuimos porque habíamos pensado en tener otro niño pero no con el estrés de la ciudad, tuvimos al segundo y 3 años después me quedé embarazada de nuevo y con un trabajo de media jornada, al final decidí dejar el trabajo porque si iba el bebé a la guardería empezaba la adaptación y su hermano de 3 años igual, con lo cual al no tener familia y no poder conciliar, lo deje y lo cierto es que me dió mucho pesar porque dejas a un lado tu independencia económica pero no lo cambio porque lo tomo como una etapa más y ahora voy por el cuarto

    • Toc Toc Vintage 19 mayo, 2015 at 09:01

      Lo tuyo sí que tiene mérito! enhorabuena Ingrith por tu nueva maternidad y por ser una súper mamá. Un besazo