sobre mí

Todo empezó en el verano de 2013. Fue entonces cuando decidí abandonar mi «zona de confort» -un trabajo estable como periodista deportiva- en uno de los mejores momentos de mi carrera profesional. Tras 15 años sentí que necesitaba dar una vuelta de timón y me decidí a emprender un proyecto propio. En esa etapa de cambio, empecé a escribir un blog, de decoración y estilo de vida, al que llamé Toc Toc Vintage, y que ahora renace con un nuevo nombre. Poco después me quedé embarazada y nació Gala, mi primera hija. La maternidad supuso para mí toda una revolución que también influyó -y mucho- en mi faceta creativa. Fue entonces cuando en mayo de 2016 abrí una tienda física, Toc Toc ·la shop·, que justo acabo de  traspasar tras 4 años de dedicación y entrega máxima.  En el ecuador de ese proyecto nació mi segunda hija, Uma, una nueva maternidad que volvió a cambiar mis esquemas y que ahora me impulsa otra vez a reinventarme.

La idea de escribir un blog surgió de forma espontánea. De alguna forma un día sentí la necesidad de compartir mis inquietudes y aprender de las de los demás

Me gusta escribir y fotografiar lugares que me sorprenden, locales, tiendas, alojamientos con encanto, y eventos interesantes a los que suelo asistir. Me considero una persona inquieta, sensible, defensora de las causas justas, pero sobretodo, optimista. Pocas cosas me aportan más paz interior que contemplar una puesta de sol, y todavía no se me ha caído un diente de leche, una pequeña anécdota que me recuerda que aún me queda algo de la niña que en su día fui. La pandemia del Covid-19  me ha empujado a dar un giro profesional pero también a interesarme por el minimalismo y la vida consciente. Poco a poco he ido introduciendo nuevos hábitos y rutinas, sobre todo relacionados con el consumo, la sostenibilidad, y el crecimiento personal.  

¿Y por qué Almond Flower Project? Me tatué la flor del almendro cuando cumplí 40 años, y se ha convertido en el símbolo de esta nueva etapa

Los almendros florecen hacia el final del invierno y en algunas culturas su flor significa la entrada en la edad madura y también se la asocia a conceptos como ‘el despertar’ o ‘la vida eterna’. Su perfecta belleza es un claro ejemplo de que muchas veces son las pequeñas cosas las que me hacen sentir bien conmigo misma y que es ahí donde realmente reside el verdadero secreto de la felicidad.

Sonia.